lunes, 13 de abril de 2015

¡Y del aburrimiento nació todo!

Bueno, nuevo proyecto en ciernes y ya van mil. Con éste, mil y uno…o eso creo. Abriré otro proyecto para saber cuantos he iniciado y el tiempo de media que me han durado, y siempre igual.

Lo inicio con mucha ilusión y con varios objetivos distintos. El primero y más importante, descomprimir, desahogar, desconectar en general. Realmente durante el fin de semana me lo suelo montar bastante bien y me desdoblo para poder estar en todos los sitios al tiempo. No obstante, esta vorágine de actividad tiene también su retorno y es que si la sumamos a la que tengo habitualmente entre semana me hace sentir como la chica del anuncio de un conocido laxante, sin tiempo ni de cagar tranquilo.


Por ello y como soy reacio a los remedios farmacológicos y más si son de vía rectal, he decidido atajar el problema de otro modo. Pero toda esta reflexión que aquí estoy exteriorizando de manera bastante ordenada (Quien no crea que está ordenada, que entre en mi cabeza un ratín y me comenta) es gracias a una amiga quien me recomendó aprender a aburrir y disfrutar con ello. Con el problema identificado, las causas y necesidades definidas, ahora tocaba trabajar ipso facto en la solución: Crear un blog. Esto me obligará a dedicarme un tiempo semanal para redactar y reflexionar.

La otra causa que me ha llevado a crear un (otro) blog es que hace un año realicé un curso online sobre blogs y redes sociales y me apetece sacarle partido a esas horas invertidas. (“Invertidas” de tiempo dedicado, no de comentario homófobo, no vaya a tener denuncias antes de empezar).

La elección de la temática es sencilla. No paro de perder el culo por el monte y deseo guardar la información de las salidas para posteriores consultas, así que no hay más que hablar. Diario de montaña en el que también intentaré compartir algo de información más útil que mis únicas vivencias.

Por último, voy a aventurarme con una afirmación un poco arriesgada: este blog durará en el tiempo y será así por tres razones básicas.

1.- No voy a tener problema de falta de contenido y material para actualizar este espacio.
2.- Lo realizo por y para mí. Deseo escribir, no ser leído. Dicho esto, ¿Qué lo compartiré en las redes? Seguro, pero pobre del que se moleste en leerlo.
3.- Es el complemento perfecto para la planificación y organización de las actividades que vaya a realizar. Es decir, espero que sirva como un refuerzo extra para aprender sobre orientación e interpretación. Además, me ayudará a prestar una mayor atención y me hará disfrutar de las mismas más si cabe. Por el contrario, como esto sea un lastre, la decisión será sencilla, goodbye my blog, goodbye.



¡Ahora sí, a aliviarme con el Clic!

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