miércoles, 29 de abril de 2015

Santificarás las Fiestas: (3/3: Pico Forátulas desde Baños de Panticosa).

¡Y el Señor hizo al hombre a su imagen y semejanza! Y como todo sabemos lo gran esquiador que fue y es, nosotros simples mortales, nos limitamos a seguir humildemente sus enseñanzas...¡Amén hermanos!


Tercer día y último de esquí para Jonathan, Toño y para mí. La ruta ya estaba preseleccionada del día anterior, así que tras un desayuno en comuna, pusimos rumbo hacia los Baños de Panticosa.
Calzándonos los esquís tras el porteo.
Foto: Jonathan A.
Aparcamos las furgonetas en el parking situado enfrente del refugio de la Casa de Piedra. Este día comenzamos a funcionar a las 11:00 y con un nuevo travesero en el grupo, Duje. Tablas a la espalda, nos adentramos por la pista del GR11 que asciende por detrás del refugio por todo un bosque de abetos. Tras avanzar por cómodo camino durante 20 minutos, lo abandonamos para dirigirnos en dirección S. En cuanto la nieve empezó a ser continua, nos calzamos nuestros esquís con cuchillas y comenzamos a progresar sorteando piedras. Este avance fue arduo y lento dada la dificultad y el desnivel que se nos presentaba. No obstante, se fue superando poco a poco hasta encauzarnos por el collado en el cual la pendiente disminuía y la nieve se podía tratar mejor.






Puente sobre el barranco Brazato
Foto: Joserra M.
Continuamos ahora en dirección SE junto al barranco de Brazato. Alcanzada la cota de los 2.000 m y tras dos horas de progreso, encontramos un puente de nieve del que nos servimos para cruzar el río y proseguir a lo largo de todo el valle que ahora se abría ante nosotros. La menor cantidad de árboles, se tradujo en un aumento de las vistas, que ahora permitían ver toda la amplitud de la Hoyada del Brazato por la que discurríamos, los Picos Tablato y Serrato entre otros y, a nuestra espalda, todo el Valle de Panticosa. Sin embargo, nuestro Forátulas no se iba a dejar ver hasta casi el final del recorrido. Nuestro sentido cambió esta vez dirección S, donde se nos imponía una fuerte canal de unos 150 m. de desnivel. Al llegar arriba una nueva canal en la misma dirección que nos llevaba a hasta el collado situado a 2500 metros. Previamente, decidimos comer y reponer fuerzas mientras estudiábamos tranquilamente el mapa.



Reanudando ascenso.
Foto: Joserra M.
Reanudado nuestro camino, quedaba ese canal que empezamos a superar con zetas cada vez más pronunciadas. A falta de 30 metros, debimos cambiar nuestro material para progresar, canteando con las botas y piolet en mano, por la última parte que presentaba nieve más dura.







Toño en la canal anterior del collado del Forátulas
Foto: Eduardo M.
Ya en el collado, vimos todo el Valle que lleva de Sabiñánigo a Sallent a lo lejos. Desde esa cara O, nos dejamos descender a media ladera en dirección SO hasta llegar a los pies de nuestra cumbre. Una última canal en dirección NE que entre amplias zetas y una última progresión a pie debido a la fuerte pendiente final, nos llevaría hasta el collado antecima. Aquí dejamos nuestro material para realizar la última arista sin complicación alguna para alcanzar el Pico Forátulas (2.581 m.) a las 16:45. Nos dimos 15 minutos para admirar el mar de valles y cumbres que se abrían en todas direcciones antes de regresar a por los esquís.


Cima del Forátulas. Foto: Joserra M.
Primer descenso, pala con pendiente no muy fuerte con orientación N. Tras descender 150 metros nuestro descenso tornó NO para regresar de nuevo dirección N. La nieve en las zonas que quedaban sombreadas por el atardecer, comenzaban a endurecerse por lo que fuimos buscando el sol para aprovechar la nieve primavera que nos permitiría encadenar giros a nuestro antojo por la pendiente con inclinación permanente de unos 30º.
Llegamos a un pequeño llano donde tocaba adentrarse en el bosque pero donde se podía optar entre dos caminos. El descenso más hacia el Este más directo a los Baños de Panticosa o descender un poco más hacia el Norte con una pendiente un poco más tendida, en teoría. He de reconocer en este punto que me engorilé y decidí lanzarme en cabeza a la aventura por un pequeño ensanche que intuí en el bosque por la primera de las opciones. Encadené giros a lo largo de unos 50 metros de desnivel por una nieve perfecta, hasta que una gran multitud de rocas y la falta de nieve me obligaron a detenerme y tener que remontar lo descendido por mi cuenta.
Arriba me esperaban Isi y Toño, el resto ya nos habían alcanzado y habían proseguido por el camino del NE, más lógico dado lo que nos habíamos ido encontrando a lo largo del día. No obstante, esta última parte del descenso, últimos 400 m., no fueron nada cómodos. La dureza de la nieve y los obstáculos permanentes (demasiadas piedras entre árboles) a duras penas nos permitía girar y derrapar en los descensos.
Los últimos 100 metros hubo que descenderlos a pie con los esquís en la espalda. Al llegar a la furgoneta serían las 18:30 de la tarde y ya solo tocaba ducha, relax y una gran cena que nos pegamos todos en paz y armonía en el Restaurante el Embalse, en el Pueyo de Jaca.

Datos Prácticos de la Ruta


(c) Instituto Geográfico Nacional de España MTN25-0145c2/c4
Fecha: 4 de abril de 2015.
Hora Inicio: 11:00
Hora Fin: 18:30
Tipo Recorrido: Circular
Altitud Inicio: 1.640
Altitud máxima: 2.581
Desnivel: 941 m.
Tiempo Subida: 5 h. 15'.
Tiempo Bajada: 1 h. 45'.
Tiempo Total: 7:30 horas (porteo incluido)
Punto Salida: Baños de Panticosa (Ref. Casa de Piedra)
Orientación Subida: S-SE
Orientación Bajada: N-NO
Observaciones: Si tiene un nivel bajo de nieve, va a complicar mucho el descenso por las rocas y ramas que nos encontraremos en el bosque.



miércoles, 22 de abril de 2015

Santificarás las Fiestas (2/3: Pic Canal Roya y Peña Blanca por el Valle de Aneou)

Segundo día de festividades, Viernes Santo, y ¡¡¡toca procesión!!! Amanecemos en Sallent de Gállego con un día calcado al anterior y con el resto de amigos que faltaban en este viaje: Manu, Carlos, Carmen, Carminin, Joserra, Maite, Tony, Duje y Laro.
Tras despertarnos Carlos con golpes en las furgonetas (¡a las 7:30 de la mañana!) nos dirigimos todos al parking superior de la Estación de Formigal, el Portalet. La idea era estar en el mismo punto en el momento de dividirnos entre pistas y travesía. Sin embargo, tras estudiarlo un poco, vimos que la circular de Peña Banca y Pico Canal Roya se iba a alargar demasiado, por lo que decidimos pasar la frontera de nuevo con los vehículos hasta el parque de Aneou, desde el que habitualmente se aparca para afrontar el famoso y concurrido Midi D’Ossau.
Como siempre nos ocurre, madrugamos mucho para acabar mendigando un espacio en el que dejar los vehículos y es que son las 10:45 de la mañana cuando nos ponemos en marcha, eso sí, subidos en los esquís desde el mismo coche.

Ascenso por el fondo del Valle de Aneou. A la izquierda de la imagen, el
 Pène de la Glère y el descenso realizado.
Aparcados unos en Portalet y otros en el parking del Midi, nos encontramos en la Cabaña Sacaze (1760 m.) donde empieza ahora realmente la procesión. Tomamos dirección O hacia el Pène de la Glère por todo el circo de Aneou. Nuestra cofradía no era la primera, sino que otras muchas habían abierto ya una autovía por la nieve en la que era imposible perderse. Vimos el canal con orientación NE que baja desde Peña Blanca tras el Pène de la Glère, pero decidimos cambiar el sentido de nuestra circular y continuando dirección O, para hacer más tendido el ascenso a lo largo del Pla de la Gradillére. Alcanzados los 2000 metros de altitud, la orientación se cambia a SO para terminar de alcanzar el cordal deseado tras algo más de dos horas desde que iniciamos la travesía (13:00).


Vistas del Midi D'Ossau desde el cordal.
Ahora toca descender. Afrontamos la primera pala NE en distintos grupos porque al final de la misma, a unos 100 m. de desnivel nos reagruparíamos para comer todos juntos en una pequeña planicie que encontramos completamente resguardada del poco aire que existía.  Ya bien alimentados, continuamos el descenso para descender la canal que encontramos entre el Pène de la Glère y el Pène de Mauhourat. Concluida esta canal, nos dirigimos en dirección E evitando perder altura, dado que quedaba salvar todo el valle de Aneou con un desnivel más bien escaso.Nuevamente a las 16:00 llegamos a las furgonetas donde ya solo quedaba cambiarse y disfrutar del resto de la tarde en amor y compañía.
Arista dirección Peña Blanca
Hacemos un breve parón para reagruparnos y observar todos los valles y picos que nos rodean (Anayet, Aspe, Midi, Balaitús y un largísimo etc.). Un pequeño descenso con pieles por el cordal nos deja cerca del pico de canal roya. Para alcanzarlo toca quitarse los esquís y continuar progresando por todo el cordal a pie. Maravillosa arista que realizamos en sentido SE hasta el Pico de Canal Roya. Pero espera, según el mapa, éste no es el Canal Roya, sino que lo hemos dejado atrás, pero el GPS no marca lo mismo. Calcula, mira, sopesa y compara, y el mapa de papel siempre tiene la razón, el siguiente pico ya es Peña Blanca. Pues nada, salvamos este pequeño tramo de arista sin dificultad alguna y sobre las 14:15 alcanzamos nuestro último objetivo del día.

Datos técnicos de la Travesía


(c) Instituto Geográfico Nacional de España MTN25-0145c1
Fecha: 3 de abril de 2015.
Hora Inicio: 10:45
Hora Fin: 16:00
Tipo Recorrido: Circular
Altitud Inicio: 1.750
Altitud máxima: 2.345
Desnivel: 595 m.
Tiempo Subida: 3 horas 45 minutos.
Tiempo Bajada: 1 hora y 30 minutos.
Tiempo Total: 5 horas (porteo incluido)
Punto Salida: Final pista de Aísa.
Orientación Subida: NE
Orientación Bajada: SO
Observaciones: Recorrido muy tendido sin grandes dificultades técnicas. Ojo en el descenso, no perder mucho desnivel para evitar remar con los bastones.

miércoles, 15 de abril de 2015

¡Santificarás las fiestas! (1/3: Aspe desde Aísa)

Tercer Mandamiento: Santificarás las fiestas. Pues ea, eso mismo nos propusimos unos cuantos amigos durante esta Semana Santa viajando al pirineo aragonés a realizar esquí de travesía. Se ve que esto le contentó al altísimo, que nos premió con unos días espléndidos.

Comienza el día con porteo
Foto: Toño C.

Así, el miércoles nos dirigimos a nuestro primer destino, valle de Aísa, donde atacaríamos al día siguiente el pico Aspe, el más alto de esta Sierra. Llegamos a distintas horas los 5 compañeros que realizaríamos esta primera actividad: Isi, Carlos Bilbao, Jonthan, Toño y Edu (Yo). Aparcamos las furgonetas en una de las áreas recreativas que hay en la pista que se adentra desde el pueblo hacia el valle en dirección norte. Al ser una noche despejada con un gran descenso de las temperaturas, todos tomamos la decisión de no madrugar para evitar encontrarnos con el rehielo de primera hora de la mañana.

Voy cruzando el río...




Una vez estuvimos desperezados y desayunados, abandonamos sobre las 10:45 nuestros vehículos al final de la pista (1450 m.) y emprendimos nuestro camino porteando todo el material a la espalda. Durante 30 minutos comenzamos a elevarnos de manera muy suave por el fondo del valle de Aísa hasta un punto dónde pudimos salvar el barranco de Igüer con saltos más propios de Robocop que de personas normales. Ya en el lado norte del valle, ascendemos de una manera más directa con unas preciosas vistas del pico Lecherín (para otra ocasión) y del pico Bozo, que flanquean nuestro objetivo, hasta alcanzar nuestra ansiada nieve a unos 1650 m. de altitud. Para entonces habíamos invertido una asquerosa poco agradable hora de pateo.
Empezando el foqueo dirección (N) hacia el embudo.
Ahora foqueando, pusimos dirección al conocido embudo del Aspe. Una vez alcanzado éste, a unos 1950 metros de altitud, ascendemos trazando continuas zetas a lo largo de la pala de entre 30-35º y de orientación NE. Aun siendo casi la una del mediodía, encontramos zonas sombreadas donde cantear con los esquís requería un esfuerzo extra. Lo mejor, cada segundo de respiro que nos tomábamos, era gratamente recompensado con unas vistas espectaculares de todo el Valle de Aísa.

Tras otro estrechamiento, salimos de esta larga pala (2350 m.) en la hoyada conocida como Las Llanas la cual salvamos con un ascenso a media ladera. Al otro extremo, coronando veíamos cada vez más cercano el Aspe.
Arista final hasta la cima.
Foto: Toño C.
A un buen ritmo, llegamos a la antecima y por delante solo nos quedaba una última pala de orientación E que, debido a los fuertes vientos y a la dureza de la nieve, optamos por descalzarnos y abandonar los esquís en ese collado para afrontar con crampones y piolet la última subida que lleva a la arista final. Solo Isi decidió apretar el culete y continuar con la progresión sobre los esquis (¡A este paso no amortiza los crampones!). Esta pala fue el peor recuerdo de todos, ya que unos esquiadores que descendían fueron soltando piedras de hielo que se precipitaban sobre nosotros. Tapándonos de todas las maneras posibles, salvamos la última pala y enfilamos toda la arista final para concluir en la cumbre a las 14:30 aproximadamente.

Panorámica cumbre Aspe (2.640m.)

Tras una muy breve pausa reconociendo otras cumbres cercanas (Bisaurin, Anayet, etc.) y con la cara larga de Isi por haberle privado de meterse para el pecho su pedazo de bocadillo, comenzamos a descender. Los primeros que pudieron disfrutar del descenso fueron Toño e Isi desde lo alto de esa pala que ya no estaba tan dura como en el ascenso.

Una vez estuvimos los 5 preparados, fuimos descendiendo Las Llanas haciendo pequeñas paradas para reagruparnos. Alcanzado el primer estrechamiento, una leve sonrisa y a disfrutar de la nieve primavera a lo largo y ancho de la pala con inclinación de entre 30 y 35º. En unos 10 minutos ya estábamos en el embudo que dejaba atrás esa increíble pala, pero aún teníamos por delante unos 350 metros de desnivel. Como siempre, Toño con su split fue el primero en llegar al mismo punto donde habíamos comenzado nuestro foqueo. Al alcanzarle Carlos y yo, empezamos a despojarnos de la ropa comentando la jugada. En ese momento, pasó Isi y nos advirtió que aún quedaba una lengua de nieve que se abría entre rocas y bojs hasta el mismo río. Así que, como no estamos para desaprovechar ni el más mínimo centímetro de nieve esquiable, continuamos tras él sorteando los obstáculos del camino.

Ahora sí, retorno de una media hora porteando el equipo hasta donde habíamos dejado los vehículos. Fin de la actividad a las 16:00.

Finalmente, accedimos al área recreativa donde pernoctamos la noche anterior para darnos el primer chapuzón en río de la temporada (esperamos que le sigan muchos otros pero embutidos en nuestros neoprenos, pero esta es otra película) y a comer todos juntos bajo el sol primaveral.


            DATOS PRÁCTICOS DE LA TRAVESÍA ASPE DESDE AÍSA


(c) Instituto Geográfico Nacional de España MTN25-0144
Fecha: 2 de abril de 2015.
Hora Inicio: 10:45
Hora Fin: 16:00
Tipo Recorrido: Ida y Vuelta
Desnivel: 1200 m.
Tiempo Subida: 3 horas 45 minutos.
Tiempo Bajada: 1 hora y 30 minutos.
Tiempo Total: 5 horas (porteo incluido)
Punto Salida: Final pista de Aísa.
Orientación Subida: NE
Orientación Bajada: SO
Observaciones: Recorrido sin complicaciones reseñables. Se aconseja no madrugar para evitar zonas de rehielo con mucha pendiente.


lunes, 13 de abril de 2015

¡Y del aburrimiento nació todo!

Bueno, nuevo proyecto en ciernes y ya van mil. Con éste, mil y uno…o eso creo. Abriré otro proyecto para saber cuantos he iniciado y el tiempo de media que me han durado, y siempre igual.

Lo inicio con mucha ilusión y con varios objetivos distintos. El primero y más importante, descomprimir, desahogar, desconectar en general. Realmente durante el fin de semana me lo suelo montar bastante bien y me desdoblo para poder estar en todos los sitios al tiempo. No obstante, esta vorágine de actividad tiene también su retorno y es que si la sumamos a la que tengo habitualmente entre semana me hace sentir como la chica del anuncio de un conocido laxante, sin tiempo ni de cagar tranquilo.


Por ello y como soy reacio a los remedios farmacológicos y más si son de vía rectal, he decidido atajar el problema de otro modo. Pero toda esta reflexión que aquí estoy exteriorizando de manera bastante ordenada (Quien no crea que está ordenada, que entre en mi cabeza un ratín y me comenta) es gracias a una amiga quien me recomendó aprender a aburrir y disfrutar con ello. Con el problema identificado, las causas y necesidades definidas, ahora tocaba trabajar ipso facto en la solución: Crear un blog. Esto me obligará a dedicarme un tiempo semanal para redactar y reflexionar.

La otra causa que me ha llevado a crear un (otro) blog es que hace un año realicé un curso online sobre blogs y redes sociales y me apetece sacarle partido a esas horas invertidas. (“Invertidas” de tiempo dedicado, no de comentario homófobo, no vaya a tener denuncias antes de empezar).

La elección de la temática es sencilla. No paro de perder el culo por el monte y deseo guardar la información de las salidas para posteriores consultas, así que no hay más que hablar. Diario de montaña en el que también intentaré compartir algo de información más útil que mis únicas vivencias.

Por último, voy a aventurarme con una afirmación un poco arriesgada: este blog durará en el tiempo y será así por tres razones básicas.

1.- No voy a tener problema de falta de contenido y material para actualizar este espacio.
2.- Lo realizo por y para mí. Deseo escribir, no ser leído. Dicho esto, ¿Qué lo compartiré en las redes? Seguro, pero pobre del que se moleste en leerlo.
3.- Es el complemento perfecto para la planificación y organización de las actividades que vaya a realizar. Es decir, espero que sirva como un refuerzo extra para aprender sobre orientación e interpretación. Además, me ayudará a prestar una mayor atención y me hará disfrutar de las mismas más si cabe. Por el contrario, como esto sea un lastre, la decisión será sencilla, goodbye my blog, goodbye.



¡Ahora sí, a aliviarme con el Clic!